Cada una de las 20 caras del icosaedro se
corresponde con cada uno de los 20 vértices del dodecaedro. A su
vez, cada una
de las 12 caras del dodecaedro se corresponde con cada uno de
los 12
vértices del icosaedro. Esta correspondencia se denomina
dualidad. Decimos que el icosaedro y el dodecaedro son duales entre sí.
Los
centros de las caras de un icosaedro determinan un dodecaedro... y los
centros de las caras de un dodecaedro determinan un icosaedro... por
ello icosaedro y dodecaedro son duales. Esto hace que las dos figuras
tengan
Icosaedro
Veinte triángulos equiláteros forman el poliedro. En realidad
podríamos definirlo como un antiprisma pentagonal coronado en sus bases
por dos pirámides igualmente pentagonales: doce serán así sus vértices y
treinta sus aristas. Su imagen en los espejos solo será posible
generarla a partir de tres medios triángulos adyacentes a otro entero.
(1 + 3/2) · 8 = 20
los mismos elementos de simetría.
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